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México presentó avances con el amaranto como cultivo nacional emblemático


México reafirma en Roma su liderazgo regional en la Iniciativa OCOP con el amaranto como cultivo estratégico para la sostenibilidad y la nutrición

En el marco del Foro Mundial de la Alimentación 2025, México participó en el Segmento Ministerial de Alto Nivel sobre la Iniciativa FAO “Un País, Un Producto Prioritario” (OCOP), celebrado el 15 de octubre en la sede de la FAO en Roma, donde reafirmó su compromiso con una agricultura sostenible, inclusiva y basada en la innovación agroecológica.

En representación del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Dr. Julio Berdegué Sacristán, participó Rubén Irvin Rojas Valdés, coordinador General de Información, Inteligencia y Evaluación, quien presentó los avances de México durante la primera fase de la Iniciativa OCOP, implementada con acompañamiento técnico de la FAO.

Durante su intervención, Rojas Valdés destacó que el amaranto fue seleccionado como producto prioritario nacional por su valor nutricional, cultural y ambiental, así como por su potencial para contribuir a la soberanía alimentaria, la transición agroecológica y el bienestar rural.

“Con el apoyo de la FAO, avanzamos hacia una cooperación más sólida, capaz de traducir la ciencia en políticas y las políticas en bienestar para las comunidades rurales. El amaranto, pequeño en tamaño pero grande en significado, simboliza la unión entre nuestras raíces y un futuro compartido de resiliencia, bienestar y cooperación solidaria”, subrayó el representante mexicano.

Avances en la implementación

Con la colaboración del INIFAP, el Colegio de Postgraduados y la Universidad Autónoma Chapingo, México alcanzó resultados concretos en los territorios:

  • Validación de paquetes tecnológicos agroecológicos en cinco estados, con evidencia sobre manejo orgánico de suelos y resiliencia climática.
  • 13 Escuelas de Campo con la participación de 282 productores —casi la mitad mujeres—, incluyendo comunidades indígenas.
  • Caracterización de 44 accesiones nativas y desarrollo de cuatro nuevas líneas de alto contenido proteico, adaptadas a distintas regiones agroecológicas.
  • Creación de cinco Comités Estatales del Sistema Producto Amaranto, que integran a productores, academia, comunidades y gobiernos locales.

Estos avances demuestran que el amaranto no solo es un cultivo tradicional, sino una palanca para la transformación territorial, con impactos en la nutrición, el ingreso rural y la sostenibilidad ambiental.

México identificó también desafíos estructurales: la limitada articulación entre investigación y adopción en campo, la baja diversificación hacia productos con valor agregado y la necesidad de fortalecer la inserción del amaranto en programas institucionales de alimentación y compras públicas.

En esta segunda fase, el país trabaja —con el acompañamiento técnico de la FAO y el apoyo de la cooperación Sur–Sur con China— en un nuevo enfoque nacional para fortalecer la producción sostenible, impulsar la agregación de valor e integrar el amaranto en programas de nutrición y soberanía alimentaria.

Hacia una cooperación regional

Como parte de esta visión, México será sede, del Segundo Diálogo Latinoamericano del Amaranto, que reunirá a representantes de gobiernos, productores, academia y organizaciones internacionales como la FAO, provenientes de Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, Guatemala, México y China, para fortalecer la cooperación científica y comercial en torno a este cultivo.

“OCOP no es solo una plataforma técnica, sino una comunidad de países comprometidos con reenverdecer la producción, proteger la biodiversidad y garantizar dietas saludables”, afirmó Rojas Valdés.

La participación de México en este encuentro refuerza su papel como referente regional en la implementación de la Iniciativa OCOP, impulsando un modelo que articula ciencia, innovación y mercado bajo una visión territorial y sostenible. El proyecto de OCOP con el amaranto se enmarca plenamente con el Programa Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural 2025–2030 y el Plan Nacional de Desarrollo 2025–2030 de México, orientados a impulsar un desarrollo con bienestar, justicia social y sustentabilidad.

De manera complementaria, se alinea con el Marco Estratégico de la FAO (2022–2031), al fomentar una mejor producción mediante prácticas agroecológicas y el fortalecimiento de capacidades locales; una mejor nutrición al revalorar un cultivo ancestral de alto valor proteico; un mejor medioambiente por su bajo requerimiento hídrico y su aporte a la resiliencia climática; y una vida mejor al integrar a comunidades rurales e indígenas en cadenas de valor sostenibles.

Fotografía: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura FAO



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