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El cultivo detrás del impulso de las bayas de moda

En el corazón de la comunidad indígena de Porvenir, en el norte de Bolivia, los antiguos secretos de la salud forestal se fusionan con el ingenio moderno. Uno de estos secretos es la palma asaí (Euterpe precatoria).

Gracias a sus deliciosas bayas, la popularidad internacional del asaí se ha disparado en las últimas décadas.

En el mercado global, la baya de asaí se promociona ampliamente como un superalimento, repleto de antioxidantes que fortalecen el sistema inmunitario, protegen la integridad celular y alivian la inflamación. Con imágenes de estas bayas de color morado oscuro sobre ensaladas y yogures o licuadas en batidos, las frutas de asaí también se asocian con beneficios para la salud cardiovascular, como la reducción del colesterol y la regulación de la presión arterial, además de afirmaciones sobre pérdida de peso y aumento de energía.

Sin embargo, para la comunidad del Pueblo Indígena Porvenir, la palma de asaí tiene un valor mucho mayor que los beneficios nutricionales y para la salud de sus frutos. Estos árboles son un valioso recurso natural que sustenta sus medios de vida y su entorno.

Antes de 2009, la comunidad indígena de Porvenir cosechaba la palma asaí talando árboles enteros para obtener su núcleo fibroso, que era procesado y vendido como palmito.

Hoy, con el apoyo financiero y técnico del Mecanismo para Bosques y Fincas (FFF) de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la comunidad indígena de Porvenir ha realizado la transición hacia una cadena de valor de asaí sostenible.

La comunidad fundó la Asociación de Productores Forestales, enfocada en la producción artesanal y a pequeña escala que respeta los recursos forestales y rescata el conocimiento de los pueblos indígenas sobre los beneficios del asaí para la salud. Desde 2022, el apoyo de la FFF ha contribuido a aumentar la producción mediante la dotación de nuevos equipos y la mejora y ampliación de una planta de procesamiento.

Desarrollo de una cadena de valor del asaí

“Los primeros años fueron duros, no vendimos ni un gramo de asaí en el primer año”, recuerda Rólvis Pérez, administrador de la Asociación de Productores Forestales de Porvenir.

Luego, poco a poco, la comunidad comenzó a cosechar resultados: la producción de asaí aumentó de 50 toneladas de pulpa por cosecha hace una década a más de 100 toneladas en la actualidad.

Ahora, gracias a la producción de bayas de asaí, la comunidad ha eliminado la necesidad de talar palmeras, protegiendo tanto a las especies como sus ingresos futuros.

“La gente empezó a creer en esto porque empezaron a recibir sus ingresos y a mejorar sus condiciones de vida”, dice Lisandro Saucedo, exlíder de la Asociación. “Han visto que, si preservan este recurso, también garantizan empleos en la comunidad. Se han apropiado del recurso e incluso cuando las empresas de palma han intentado trabajar con ellas de nuevo, se han negado”.

Diversificación y oportunidades futuras

Basándose en el éxito de la cadena de valor del asaí y con el apoyo técnico de FFF, la comunidad de los Pueblos Indígenas ahora está explorando el potencial sin explotar de otros árboles y recursos naturales no maderables como una forma de diversificar la bioeconomía, al tiempo que aplica el conocimiento y las tradiciones de sus Pueblos Indígenas.

Por ejemplo, ahora, al cosechar otro árbol importante, la palma moriche o burity (Mauritia flexuosa), la comunidad trepa a la palmera para recolectar el fruto en lugar de talarlo. La pulpa se procesa para obtener jugo y aceite, que pueden utilizarse en cosméticos como aceites corporales, bálsamos labiales y cremas.

La comunidad también está maximizando el uso de recursos naturales no maderables al convertir los residuos de frutos de palma asaí y moriche en briquetas de carbón de alto contenido calórico.

Es importante destacar que, con el apoyo de sus socios, la Asociación obtuvo el año pasado la certificación del Forest Stewardship Council para sus productos forestales no maderables y obtuvo la certificación de cosecha silvestre y orgánica de Ceres Alemania.

Para impulsar la creciente economía circular, se está construyendo una nueva planta de procesamiento integrada con energía solar para procesar fruta, pulpa, harina y aceite. La planta tendrá capacidad adicional para refinar cáscaras de asaí para compost, y las aguas residuales se utilizarán para riego.

“Esto es lo que necesitamos para garantizar empleo en la comunidad y al mismo tiempo asegurarnos de que todo lo que hacemos sea sostenible, no solo para los residentes de Porvenir sino también para los visitantes e incluso personas de otros países”, dice Lisandro.

Armonía y orgullo

Al mejorar la cosecha y la gestión del asaí para satisfacer la demanda local y mundial, la comunidad del Pueblo Indígena Porvenir, con el apoyo de la FFF, está demostrando cómo los recursos saludables y sostenibles también pueden impulsar el crecimiento económico y mejorar los medios de vida.

Más allá de los beneficios económicos, esta transformación ha fortalecido un profundo sentido de orgullo y propiedad sobre su tierra.

Porvenir es mi vida y mi hermosa comunidad”, declara Pedro Gutiérrez, recolector local de asaí. “Es mi hermoso pueblo, la mejor vida que tenemos. Ahora mismo, estamos trabajando y lo tenemos todo”.

Foto: Creative Commons Dominio Público/ Márcia do Carmo – MTUR / Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)

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